La firma Cassina ha hecho
realidad una cabaña de 14 m2 que ideó en 1983 la visionaria Charlotte Perriand.
Triunfan las microcasas. Está completamente forrada de madera, incluída la
cocina.
La majestuosidad de las cumbres
siempre le interesó a la arquitecta y diseñadora Charlotte Perriand (1903 -
1999). Era experta alpinista y buena parte de su legado artístico está
relacionado con esa energía sobrecogedora y misteriosa que encierra la montaña.
Para este hábitat proyectó cuatro refugios en la década de 1930. Uno de ellos
es Tonneau, que ideó en colaboración con Pierre Jeanneret en 1938, y que se ha
convertido en un icono. Además, la forma de dodecaedro del refugio influyó en
proyectos posteriores, como la estación de Investigación de Concordia en la
Antártica (2002).
Siguiendo los bocetos originales,
la firma italiana Cassina lo ha reproducido y este año lo ha expuesto en el
Salón del Mueble de Milán. De momento, es un prototipo y no está a la venta.
La inspiración para la cabaña
viene del mundo infantil: una atracción de feria croata. De ella le fascinó la
luz que emanaba su estructura metálica levantada en torno a un poste central. A
la hora de llevar adelante la construcción, se aplicaron los principios de la
prefabricación y utilizaron paneles de aluminio, de gran ligereza y montaje
sencillo.
La estructura es de 12 paneles
metálicos.
OCHO HUÉSPEDES. Pensado para
estancias cortas, es un espacio de 14 m2 que cumple con la función de cobijar a
los excursionistas durante una travesía. La madera del interior contribuye a
dar un ambiente natural y acogedor. Tiene capacidad para albergar a ocho
personas y está equipado con una cocina y sala de estar-comedor en la planta
baja y un dormitorio en el piso superior.
Mide 380 cm de diámetro y 392 de
altura. Es un pequeño espacio espartano con ingeniosas soluciones, la
especialidad de la autora. Por ejemplo, la calefacción está dentro del pilar
central de acero. Calienta el interior y ocupa lo mínimo posible. Las camas de
la planta baja se pliegan y se transforman en asientos. En la cocina se
aprovecha el agua de la nieve y hay estanterías de almacenaje. Como todo lo que
lleva el sello de Perriand, cada pieza es pura funcionalidad. Más info:
www.cassina.com
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