Lo llevable va a serlo hasta las
últimas consecuencias. Quienes piensan que con los móviles, los relojes, las
gafas y las pulseras inteligentes se ha acabado la innovación, se equivocan. Al
menos eso predice el centro tecnológico catalán Cetemmsa, que trabaja en
electrónica impresa y tejidos inteligentes. La revolución wearable justo acaba
de empezar y de los dispositivos hard (duros) pasaremos a los soft (blandos)
muy pronto.
Es lo que ha querido destacar el
centro con la edición de su primera guía -presentada en el Mobile World Center
de Barcelona- sobre las tendencias tecnológicas de la moda y, por lo tanto,
sobre los escenarios y oportunidades de los dispositivos llevables blandos. El
estudio presenta lo que se hace a nivel mundial desde el punto de vista de
prototipos y conceptos para que sirva «como camino para el tejido industrial
del territorio», explica Mero Aymà, director de marketing de un centro que
trabaja desde hace más de diez años de forma pionera en «integrar datos y
cables en la ropa».
La electrónica impresa -es decir,
la capacidad de imprimir dispositivos electrónicos en diversos materiales-
presenta ventajas como que es flexible, enrollable, tiene menor impacto visual
y medioambiental, además de rebajar los costes de fabricación y facilitar su
escalabilidad.
«La ropa es un elemento
absolutamente cotidiano e intrínseco en nuestro día a día: ya lo tenemos
integrado y nosotros sólo queremos aportar tecnología de valor», apunta Aymà
sobre la moda llevable que tiene, según la guía, cinco tendencias que deben
seguirse de cerca por presentar grandes oportunidades de crecimiento: los
llevables que ponen su punto sobre los sentidos, la inteligencia, el flujo, el
reset y la bondad.
Cetemmsa pone de relieve que los
dispositivos pueden ser realmente inteligentes y útiles como demuestran dos de
sus propios productos: Printed Light -ropa y casco que emiten luz y mejoran la
visibilidad de, entre otros, los motoristas- o Smart Vest in Temis, que
monitoriza la temperatura, frecuencia cardíaca y respiración de quien lo usa.
Del mismo modo, el centro tecnológico incluye en el apartado de inteligencia
todos aquellos productos del sector de la moda que usan materiales reciclados
como la marca Ecoalf, que desde España fabrica moda con redes de pesca,
neumáticos, café o botellas PET.
Cuando habla de flujo, Cetemmsa
se refiere al tránsito fácil de la información como el que propone el proyecto
Ping que quiere conectar la ropa con tu cuenta de Facebook sin cables y desde
cualquier lugar.
Menos banal y con más capacidad
de cambio puede resultar el proyecto Heart Chip de la Universidad de Illinois,
un chip que convierte el latido del corazón en energía renovable, lo que puede
tener importantes aplicaciones para hacer más eficientes los marcapasos o la
sudadera musical creada por Cetemmsa que ayuda a la integración de los niños
autistas. Los tentáculos de los llevables ya tocan nuestra salud, seguridad y
sentimientos.
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