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lunes, 14 de julio de 2014

AUTO A AIRE COMPRIMIDO


Un equipo multidisciplinar de PSA y Bosch lleva trabajando desde 2010 en este proyecto. No puede encuadrarse dentro de nada de lo conocido hasta ahora según nos han adelantado, pero sí afirman que emplea una tecnología que puede definirse como una combinación de algunos de los sistemas de transmisión conocidos. En realidad es un cambio automático, ya que sólo tiene posiciones N, D y R, pero que se comporta de forma diferente a bajas y altas velocidades y además, tiene la función de combinar el par que le llega del motor térmico con el de la bomba hidráulica que produce la expansión del nitrógeno comprimido.
A grandes rasgos el sistema se encarga de trasladar la presión del nitrógeno contenido en un depósito a un circuito hidráulico. La presión máxima se consigue en sólo 10 segundos. A continuación se va soltando en función de las necesidades. El número de ciclos en el depósito es muy frecuente. Con un depósito se podrían recorrer alrededor de 300 metros solo con la presión suministrada al circuito hidráulico.
De esta forma, el número de ciclos de intercambio de presión entre el depósito de nitrógeno y el circuito hidráulico, que contiene un aceite especial . Esta presión se convierte, a través de una bomba, en energía que llega a la caja de cambios y que es trasladada a través de ésta a las ruedas.
A modo de resumen, el motor empleado es un tricilíndrico de gasolina del grupo con 1,2 litros con 82 CV de potencia y un par de 115 Nm. A esta potencia se pueden unir los aproximadamente 30 CV que produce la expansión del nitrógeno. El sistema podrá llegar a admitir hasta un par d 240 Nm, por lo que podría pasarse sin problemas a vehículos del tamaño de un Citroën C4 y un Peugeot 308. Alcanza en el 208 una velocidad máxima de 165 Km/h y el consumo actual es de 2,9 litros en ciudad, pero se podrá llegar en 2020 a los 2 litros justos. El sobrepeso es de 110 Kg y la diferencia de coste, similar a la que existe entre un coche de gasolina y otro diésel. Finalmente, otro de los aspectos más interesantes es que el reciclaje de sus componentes es idéntico al del resto del vehículo, eliminando la presencia de elementos más nocivos como las baterías por ejemplo. Su lanzamiento no será antes de cuatro o cinco años.

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