Es una bonita historia. Comienza
con un baúl a la vieja usanza, de principios del siglo XX, creado a medida para
su dueño, Tom Richards, cuyo nombre figuraba en la chapa de latón sobre el
pestillo. Tras mucho trotar por el mundo, es de suponer, apareció en un mercado
de antigüedades, donde lo encontró Timothy Oulton, quien lo diseccionó con
meticulosidad casi científica en su taller para estudiar cada remache, cada
detalle, y reproducirlo en una colección de mobiliario que consta de
estanterías, mesas... y este precioso Secretary Trunk. Disponible en aluminio o
en lona, con el interior forrado, cuenta con escritorio, cajones, estantes y
archivadores. Desde 3.300 euros.
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