Lanzar un
negocio online es muy exigente. Un producto viable y que funcione, una web
atractiva y que dé confianza, así como la promoción de la misma es clave para
tener éxito en el entorno digital.
Sencillo,
rápido, sin inversiones elevadas y desde tu propio ordenador. Crear un negocio
en la Red está a la orden del día; de hecho, es el gran mercado en el que los
emprendedores hacen realidad su empresa. Saber lanzar una compañía en modo
online es ya una necesidad para iniciar cualquier proyecto.
Internet
permite llevar productos y servicios a todos los rincones del planeta. Esto
supone que los potenciales clientes están en cualquier lugar, al igual que la
competencia. Por eso, los emprendedores online tienen que destacar, ofrecer
servicios diferenciados y encontrar un nicho atractivo sin explotar.
Éstos son
algunos consejos para ser emprendedor en el entorno virtual:
Hacer un negocio viable.
El plan estratégico es uno de los pasos indispensables para lanzar un proyecto.
Este documento contiene la descripción del negocio, qué producto o servicio se
va a ofrecer y el mercado al que se va a dirigir. Esta herramienta también
recoge la dimensión de la empresa, la organización de la nueva compañía y el
equipo que pondrá en marcha toda la aventura empresarial.
Cada parte debe estar correctamente
definida para evitar errores en el posterior desarrollo del negocio. Además,
este documento servirá para conseguir financiadores y posibles socios.
Preparar la web. El portal
es el escaparate de la empresa, es el primer contacto que tiene el consumidor
con la compañía. Por tanto, la web debe ser atractiva, aportar información
personalizada y ofrecer contenidos de calidad. De lo que se trata es de atrapar
a los clientes para que adquieran los productos y servicios.
El nombre del
dominio también es fundamental. Fermín Palacios, director de experiencia de
cliente de Arsys, recomienda que “se elija una marca relacionada con la
actividad, que sea fácil de recordar y de teclear”. El emprendedor debe tener
en cuenta que sus clientes nunca han oído hablar de la empresa.
La promoción. Como en el
mundo online no existe el trato directo, la web debe transmitir confianza. Por
otra parte, cuanta más información contenga el sitio online, mejor posicionado
aparecerá en los buscadores y, por tanto, logrará mayor visibilidad y llegará a
más potenciales consumidores. Se trata de lograr la primera venta para generar
negocio y que la marca empiece a ser conocida.
El
emprendedor debe ser activo en las redes sociales y destinar recursos a la
publicidad online. Para sacar el máximo partido a estos recursos, existen
herramientas que miden el número de clics y de usuarios únicos para controlar
la actividad.
La financiación. Un negocio
digital exige menos recursos financieros que en el caso de crear una empresa
sólo en el entorno off line.
A partir de
6.000 euros el negocio ya puede estar en marcha, de acuerdo con Yago Arbeloa,
presidente de la Asociación de Inversores y Emprendedores por Internet (AIEI).
Este experto aconseja que “en el momento que la web empieza a funcionar, hay
que acelerar la búsqueda de capital”.
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