Para llegar a la 'receta' innovadora de
Nordés Vodka, se estudió la docena de variedades de patata que existe en
Galicia (España). Finalmente, se seleccionaron dos tipos: agria (en la imagen) y
'kennebec'. "Son las que más nos interesan porque presentan una mayor
cantidad de almidón, lo que favorece el proceso de elaboración del vodka y
garantiza su personalidad", explica José Albela, responsable de producción
de Nordés y 'alquimista' en este proyecto, que aporta un dato: "Para
elaborar una botella de vodka (70 cl), hacen falta entre 10 y 15 kg de
patatas". ¿Será rentable? "Producir vodka con patata es bastante más
caro que con cereal, pero optamos por buscar la diferenciación. Es un producto
claramente idiosincrásico de Galicia", señala Torres Cannas.
Así se fabrica el vodka: tras la
selección de la materia prima, se lava la patata, se pela y se cuece; se añaden
enzimas para romper la cadena del almidón y levaduras para su fermentación, en
un proceso basado en un máximo de tres destilaciones en un alambique de cobre.
"Lo habitual es realizar unas seis destilaciones, que aportan más pureza,
pero con sólo tres se logra mantener la identidad de la patata, garantizar su
personalidad y dar más carácter al vodka", comenta Torres Cannas. El
resultado de esta elaboración, realizado en la planta de Aguardientes de
Galicia en Vedra, en A Coruña (donde también se produce la ginebra), es un
singular vodka con cierto sabor a patata.
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