Con el aspecto de un pequeño periscopio o de una vieja
linterna de campamento, no hay duda de que esta cámara es poco convencional.
Más sorprendente aún es saber quién está detrás de ella. Se trata del último
producto del fabricante taiwanés de teléfonos HTC.
Re, como se conoce el dispositivo, es una cámara de vídeo y
fotografía que prescinde de la pantalla LCD. Se conecta al teléfono (al
principio sólo habrá aplicación de control para equipos Android, pero una
versión de IOS llegará en aproximadamente un mes) y toma instantáneas de 16
megapíxeles o vídeos Full HD.
CONTROL. No tiene botón de encendido. En su lugar, la cámara
detecta cuándo el usuario la agarra por el mango y se pone automáticamente en
marcha. Una pulsación del botón superior permite tomar una foto. Si se deja
apretado dos segundos comienza a grabar vídeo. Su gran angular le permite
prescindir de la pantalla, imprescindible en otros modelos para asegurarse de
que la grabación es correcta. Basta con apuntarla a la escena y con una
cobertura de 146 grados queda perfectamente encuadrada. Los más perfeccionistas
pueden conectarla al móvil y usar la pantalla del teléfono como visor remoto.
Con la batería cargada al máximo, es capaz de grabar hasta
una hora y cuarenta minutos de vídeo. Es sumergible y resistente a golpes. «La
idea es tener una relación más directa con la escena que se está fotografiando,
sin tener que vivirla a través de un LCD», aseguran desde la compañía. Un modo
de cámara lenta permite grabar a 96 cuadros por segundo para conseguir esos
movimientos fluidos en las escenas con saltos o acrobacias.
Re, que cuesta 229 euros, se podrá usar también como cámara
de videovigilancia cuando descanse sobre la base de carga. Se podrá ver el
vídeo que graba en directo incluso desde otra red WiFi, durante un viaje o el
trabajo. Cuando Re detecta una conexión inalámbrica sube también
automáticamente una copia de las fotos y el vídeo a la nube. Estará disponible
en varios colores.
EL MÓVIL. No es la única apuesta arriesgada en el mundo de
la imagen que llega al mercado estos días. Desplazados por el teléfono móvil,
muchos fabricantes de cámaras están ensayando nuevas fórmulas y formatos. El
boom de las cámaras de acción ha abierto el mercado a un usuario con
necesidades poco ortodoxas y más propenso a experimentar.
El nuevo enfoque de HTC podría servir, además, para
contrarrestar la caída en las ventas de telefonía. La compañía ha cerrado el
tercer trimestre fiscal con unos beneficios de 21 millones de dólares, una
cifra superior a la esperada por los analistas, pero encadena tres años de
caídas en la cantidad de teléfonos distribuidos.
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