Se trata de la reinvención del
típico autobús turístico. El grupo Juliá ha modernizado los habituales
vehículos que acostumbramos a ver por las calles de las grandes ciudades, y de
esta forma, los grandes y a veces incómodos buses descapotables dan paso a un
confortable autocar de lujo de gran tamaño con techos de cristal, que hacen que
nada se escape a los ojos de los curiosos viajeros. La gran novedad de esta
iniciativa es que mientras los pasajeros contemplan algunas de las maravillas
arquitectónicas de la capital catalana bajo la luz de la luna, también pueden
disfrutar de una suculenta cena elaborada por el prestigioso chef Carles Gaig,
poseedor de una estrella Michelin.
El recorrido, que tiene una
duración aproximada de tres horas, comienza en el ensanche barcelonés para
recorrer el Paseo de Gracia, la Casa Batlló y La Pedrera, la Sagrada Familia,
la moderna Torre Abgar, el Parque de la Ciudadela o el Puerto Olímpico, antes
de llegar hasta la Montaña de Montjuic, donde mientras se contempla una de las
mejores vistas de la ciudad, tiene lugar el espectáculo de show cooking con el
vehículo parado. Posteriormente, y una vez habiéndose deleitado del menú
preparado por Gaig, quien ha realizado servicios de catering para celebridades
como Shakira y Gerard Piqué, se visitan otras zonas de la ciudad como la Plaza
de España, la Plaza de Cataluña, la Catedral o el Palacio de la Música, para
finalizar el recorrido en el mismo lugar de su inicio.
La cena consta de un menú
adaptado para satisfacer al mayor número de culturas, y se compone de cuatro
entrantes, un plato principal y un postre, incluyendo una copa de vino y cava.
Otro de los puntos fuertes en los
que se basa esta experiencia, que se imitará en los próximos meses en Madrid
para después extenderla a otras ciudades europeas, es la tecnología. El autobús
cuenta con un equipamiento a la última que incluye un iPad conectado a un GPS y
unos auriculares de alta gama con el que cada usuario puede seguir las
explicaciones sobre los lugares de interés, con la posibilidad de escoger un
servicio personalizado entre 11 idiomas diferentes. La tableta, además, está
integrada a la mesa de cada cliente y ofrece la posibilidad de conectarse a las
cámaras exteriores del autobús para obtener otro punto de vista de cada monumento
visitado.
El precio de esta experiencia
turístico-culinaria, que se realiza en tres turnos diarios (durante la tarde y
por la noche) tiene un precio de 95 euros por persona y requiere de reserva
previa bien en su web o por teléfono. También existe la posibilidad alquilar el
vehículo íntegro para empresas o instituciones durante la mañana. El servicio
no está excluido a niños, aunque se recomienda que sean mayores de 7 años.
Más info: www.gourmetbus.com
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